Con mucha frecuencia pensamos o en el pasado, o en el futuro. Sea este inmediato o a largo plazo. Otras veces nos quedamos colgados en el pasado. Cuán difícil es ubicarse en el presente, en el ahora. Los gurús de la Nueva Era venden libros al respecto, los motivadores lo viven repitiendo. Pero Dios lo dijo y lo hizo hace miles de años:
Buenas nuevas de salvación para Sion
61 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; 3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. 4 reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. (LUCAS 4:18)
Es allí, al nacer Jesús de una virgen, cuando la gracia hace su entrada triunfal. El amor de Dios en acción.
2 Corintios 6:2
Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. 2 porque dice:
En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido.
Diferencia entre gracia y misericordia
La misericordia es la liberación del juicio. La gracia es la bondad que se extiende a quienes no la merecen.
Hebreos 4:16 declara, “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
En Isaías 41:18 Dios le habla a su pueblo de pacto y le asegura la victoria. Le habla que lo ha llamado desde antes de la fundación del mundo (8) y en el 10 le hace una promesa que es para los que hemos entrado en ese pacto también, pero nos pide que NO DESMAYEMOS.
Tal vez nos falta mirar como Dios nos ve. Ver cómo El sigue trabajando en nosotros. Cómo con una decisión de valor y esfuerzo, vemos la mano del Señor que nos pide solo que tengamos FE en él.
La gracia tiene muchos efectos en nosotros. Nos bendice, nos motiva a obedecer aún más, nos humilla ante la grandeza de Dios, nos da gozo, nos abre puertas, nos hace vencer sobre el pecado y nos fortalece.
Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley, sino bajo la gracia.
Lo contrario de la gracia es el creer que tenemos derecho.
¿Por qué este es nuestro mejor momento? Por esa gracia que nos alcanza. Si estamos atribulados, sabemos que por la gracia de Dios no solo sobrepasaremos la prueba, sino que la venceremos. Saldremos más firmes.
Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables.